Un terremoto de magnitud 6,3 se registró en la madrugada del 2–3 de noviembre de 2025 con epicentro en el norte de Afganistán, muy cerca de la región de Mazar-e-Sharif / Khulm. El temblor fue relativamente superficial (profundidad ~28 km), lo que incrementó la percepción y el daño en localidades cercanas.
Las consecuencias iniciales reportadas por autoridades locales y equipos de emergencia son graves: al menos 20 personas murieron y centenares resultaron heridas (varios cientos, con decenas en estado crítico), además de daños en viviendas, incluidas decenas o cientos de casas colapsadas en aldeas montañosas, y afectaciones a infraestructura histórica como la Mezquita Azul de Mazar-e-Sharif. Los números preliminares todavía pueden variar a medida que avanzan las labores de rescate.
Equipos de rescate, hospitales y fuerzas de seguridad se desplegaron rápidamente y se reportaron complicaciones logísticas: carreteras bloqueadas por deslizamientos, cortes de electricidad y dificultades para acceder a poblaciones rurales. El gobierno (autoridades locales bajo la administración de facto) junto con organizaciones internacionales activaron alertas humanitarias; Naciones Unidas y países vecinos anunciaron apoyo y asistencia inicial.
Afganistán es una zona altamente sísmica por la interacción de placas tectónicas en la región (movimiento de la placa india contra la euroasiática), y eventos de esta magnitud tienden a provocar daños desproporcionados allí debido a la vulnerabilidad de la vivienda y limitaciones en la capacidad de respuesta, problema agravado cuando la tempestad llega en temporada fría. Expertos meteorológicos y geológicos advierten que la cifra de víctimas puede aumentar mientras continúan las labores de búsqueda.
Qué sigue:
· Búsqueda y rescate en zonas colapsadas, priorizando áreas rurales con viviendas de construcción frágil.
· Atención médica para heridos graves y suministro de camas, medicinas y transfusiones en hospitales saturados.
· Asistencia humanitaria (albergues, mantas, agua y comida) especialmente hacia comunidades aisladas y desplazadas, y preparación ante la llegada del invierno.