El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció públicamente que impondrá nuevos aranceles a las importaciones desde Colombia y que suspenderá ayuda financiera al país, en una escalada verbal y diplomática motivada por acusaciones de Washington contra el gobierno del presidente Gustavo Petro sobre la supuesta tolerancia al narcotráfico. La administración estadounidense además justifica medidas recientes con operaciones militares contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe.
Bogotá calificó las declaraciones y las acciones de EE. UU. como una violación de soberanía y, en respuesta, decidió retirar al embajador de Colombia en Washington, elevar consultas diplomáticas y buscar apoyo internacional ante lo que considera una agresión verbal y medidas unilaterales. El episodio ya impacta la agenda bilateral.
La disputa se desató tras una serie de operaciones estadounidenses en el Caribe contra embarcaciones que Washington relacionó con grupos armados y rutas de narcotráfico; Trump utilizó esos hechos para acusar directamente al Presidente Petro y condicionar la cooperación (y los flujos de ayuda) al comportamiento colombiano en materia antidrogas. Además, la retórica incluye amenazas públicas de aumentos arancelarios cuya cuantía y alcance se anunciarían oficialmente en días siguientes.
- El anuncio ya generó reacciones del sector privado y gremios colombianos, que piden canalizar la disputa por vías diplomáticas dado que aranceles a gran escala afectarían exportaciones, empleos (millones de puestos vinculados a exportaciones) y la inversión. En los mercados la noticia se tradujo en presión sobre la moneda local y riesgos para sectores exportadores
Aunque la Casa Blanca puede ordenar medidas comerciales y recortes de ayuda, la aplicación práctica de aranceles masivos enfrenta frenos legales, económicos y diplomáticos (incluida la respuesta de la Unión Europea y procesos en la OMC en otros casos). Además, la suspensión de asistencia puede materializarse de varias formas (recortes programados, cierre de oficinas como USAID ya ocurrió antes), pero sus efectos dependerán del alcance efectivo de las medidas que se anuncien oficialmente.
¿Por qué esto importa?
- Seguridad y cooperación antinarcóticos: Colombia es un socio clave en la región; una ruptura puede debilitar operaciones conjuntas y crear vacíos en inteligencia y patrullaje.
- Economía real: Estados Unidos es el principal mercado de exportación colombiano; aranceles encarecerían productos y podrían golpear empleo y cadenas productivas.
- Diplomacia regional: La disputa puede desencadenar respaldo latinoamericano a Bogotá y debates multilaterales sobre soberanía y uso de la fuerza.