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Más allá de la orina: ¿Cómo empieza la insuficiencia renal y por qué es tan silenciosa?
La creencia popular de que "si puedes orinar, tus riñones están bien" es un mito peligroso
Por Karen Sierra
Publicado en 11/09/2025 08:22
Salud y bienestar
Imagen Ilustrativa Infobae

La creencia popular de que "si puedes orinar, tus riñones están bien" es un mito peligroso. La realidad es que la enfermedad renal, que afecta a más del 10% de la población mundial, puede progresar de forma sigilosa, sin mostrar síntomas evidentes hasta que el daño es avanzado. Los riñones, órganos vitales, pueden perder hasta un 80% de su función antes de que la persona note algo. Es por esto que conocer sus síntomas y factores de riesgo es crucial para una detección temprana.

7 síntomas de la enfermedad renal avanzada

La enfermedad renal a menudo no da señales de alarma en sus primeras etapas. Sin embargo, a medida que avanza a sus estadios más tardíos (insuficiencia renal), pueden manifestarse los siguientes síntomas:

1.    Hinchazón (edema): Principalmente en piernas, pies o tobillos, debido a la acumulación de líquidos.

2.    Fatiga y anemia: Sensación de cansancio constante, a menudo resultado de la anemia causada por la falta de una hormona que producen los riñones para crear glóbulos rojos.

3.    Falta de apetito y mucha sed: Un síntoma común en las etapas finales, ya que la acumulación de toxinas altera el cuerpo.

4.    Insomnio y calambres: Problemas para dormir y espasmos musculares.

5.    Dolor de cabeza: Puede ser una consecuencia del aumento de la presión arterial.

6.    Hinchazón en la cara y las manos.

7.    Orina de color anormal: Puede ser turbia o con un olor desagradable.

Es importante destacar que estos síntomas no son exclusivos de la enfermedad renal y pueden confundirse fácilmente con otras afecciones. Por ello, la detección temprana a través de pruebas médicas es tan vital.

¿Qué es la insuficiencia renal y cómo se diagnostica?

La insuficiencia renal es la etapa final de la enfermedad, cuando los riñones ya no pueden funcionar adecuadamente. En este punto, se requieren tratamientos como la diálisis o un trasplante de riñón. Para diagnosticar la enfermedad renal de forma temprana, los médicos utilizan dos pruebas clave:

·         Análisis de orina: Permite medir la tasa de filtración glomerular, un indicador clave del funcionamiento renal, y detectar la presencia de proteínas.

·         Análisis de sangre: Se miden los niveles de urea y creatinina, desechos que los riñones sanos eliminan eficientemente.

Estas pruebas son esenciales, especialmente para personas con factores de riesgo como diabetes, hipertensión o antecedentes familiares de la enfermedad.

Prevención y cuidado: las 8 reglas de oro para la salud renal

Dado que la enfermedad renal es tan silenciosa, la prevención es la mejor estrategia. Expertos recomiendan seguir estas 8 reglas de oro para mantener los riñones sanos:

1.    Mantener una vida activa: El ejercicio ayuda a controlar el peso y la presión arterial.

2.    Alimentación saludable: Reducir la sal (no más de 5 gramos al día) y consumir más frutas y verduras.

3.    Controlar el nivel de azúcar en sangre: La diabetes es la principal causa de la enfermedad renal.

4.    Revisar la presión arterial: La hipertensión daña los vasos sanguíneos de los riñones.

5.    Beber suficiente agua: Ayuda a los riñones a funcionar correctamente.

6.    Evitar la automedicación: El uso excesivo de ciertos medicamentos, como antiinflamatorios, puede dañar los riñones.

7.    No fumar ni beber alcohol en exceso: Estos hábitos aumentan el riesgo de enfermedad renal y cardiovascular.

8.    Realizar chequeos periódicos: Si tienes factores de riesgo, hazte análisis de sangre y orina regularmente para una detección temprana.

 

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