Un informe reciente de la Alianza por la Inclusión Laboral revela que, en Colombia, una gran parte de la población joven (entre 14 y 28 años) enfrenta serias barreras para acceder a oportunidades de educación y empleo formal. Este grupo, que representa el 23.4% de la población total del país, se ve afectado por factores como la informalidad laboral, la baja calidad educativa y la desigualdad territorial.
Las causas de la desconexión
El estudio, titulado “La desconexión de los y las jóvenes: hay mucho talento, veamos cómo están las oportunidades”, identifica los siguientes factores clave que contribuyen a este problema:
- Brechas territoriales: En departamentos como Guainía y Vaupés, la cobertura de educación media no supera el 11%. Esto crea una marcada diferencia en las oportunidades educativas entre las regiones del país.
- Baja calidad y pertinencia educativa: Solo cuatro de cada diez jóvenes logran acceder a la educación superior al terminar el colegio. Esto se debe, en gran medida, a una educación media que no está alineada con las necesidades del mercado laboral y una oferta posmedia limitada.
- Alta informalidad laboral: El 57.1% de los jóvenes que trabajan lo hacen en condiciones de informalidad, lo que significa que carecen de prestaciones sociales y estabilidad económica.
¿Qué se puede hacer?
Adriana María Lloreda, líder de la Alianza por la Inclusión Laboral, subraya la urgencia de fortalecer las políticas públicas para "reconectar las trayectorias educativas y laborales de las juventudes". El informe propone varias soluciones, entre las que se destacan:
- Mejorar la orientación vocacional.
- Articular el sistema educativo con el sector productivo.
- Impulsar el emprendimiento juvenil como una alternativa al empleo formal.
Estas medidas buscan garantizar un futuro con más oportunidades y estabilidad para los jóvenes colombianos.