El grupo suizo Nestlé informó que recortará 16.000 empleos en todo el mundo durante los próximos dos años como parte de un plan mayor de reestructuración impulsado por su nueva cúpula directiva. Las reducciones representan aproximadamente el 5,8 % de su plantilla global y forman parte de una estrategia para aumentar eficiencia y recuperar impulso comercial.
El nuevo consejero delegado, Philipp Navratil, anunció que la compañía elevará su objetivo de ahorro a 3.000 millones de francos suizos para finales de 2027 (desde 2.500 millones), y que la reorganización combinará automatización, centralización de servicios y revisión del portafolio de marcas para concentrar inversión en las líneas con mejor crecimiento.
¿Cómo se distribuyen los recortes? Nestlé precisó que alrededor de 12.000 puestos serán de oficina (white-collar) y 4.000 afectarán a áreas de manufactura y cadena de suministro, donde la empresa buscará mejoras de productividad y, en algunos casos, consolidación de capacidades. Esto incluye mayor uso de tecnologías, procesos compartidos y posibles ajustes en plantas menos eficientes.
La decisión llega tras un periodo de turbulencia ejecutiva en la compañía (ceses y cambios en la cúpula) y en un contexto de presión por costos: aumento de precios de materias primas, aranceles a ciertas importaciones y cambios en los hábitos de consumo que afectan volúmenes de venta. Tras el anuncio las acciones de Nestlé subieron de forma notable, ya que los inversores recibieron positivamente el plan de choque para restaurar la rentabilidad.
Impactos y consideraciones prácticas:
· A corto plazo la medida reducirá costes y liberará recursos para invertir en marcas prioritarias (café, snacks, cuidado de mascotas y nutrición). A medio plazo, la apuesta por automatizar y centralizar procesos puede erosionar puestos administrativos y reconfigurar la plantilla global.
· En manufactura y cadena de suministro, las 4.000 bajas apuntan a mejoras de productividad; esto puede traducirse en cierres parciales, consolidaciones de líneas o mayor robotización en plantas, dependiendo de la evaluación por país y negocio. (La compañía ha hablado de “mejoras de productividad” y “eficiencia” en estas áreas).
· Para los mercados y gobiernos locales, movimientos de esta magnitud suelen activar diálogos sobre apoyo a trabajadores (recolocación, formación, acuerdos sociales) y sobre el futuro de instalaciones industriales estratégicas.