El alcalde Carlos Fernando Galán confirmó que la medida finalizará este sábado a las 8:00 a.m., tras evidenciar una recuperación significativa en los niveles del sistema Chingaza.
Bogotá, 11 de abril de 2025. Luego de enfrentar uno de los periodos más críticos de su historia en materia de abastecimiento de agua, la capital colombiana pondrá fin al racionamiento diario que estuvo vigente durante un año. Así lo anunció este viernes el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien confirmó que desde mañana, sábado 12 de abril a las 8:00 a.m., se levantará oficialmente la medida.

“Después de un año de la peor crisis de agua que ha tenido Bogotá en su historia, podemos anunciar que mañana termina el racionamiento”, expresó Galán durante una declaración a medios de comunicación.
La decisión se toma luego de una mejora sostenida en los niveles del sistema Chingaza, principal fuente hídrica de la ciudad, gracias al comportamiento ciudadano, las medidas técnicas implementadas y el incremento en las precipitaciones durante los primeros meses de 2025. La gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Natasha Avendaño, señaló que el sistema actualmente almacena 118 millones de metros cúbicos más que hace un año, lo que lo sitúa en un 40,80 % de su capacidad.
Galán recordó que el racionamiento fue una respuesta necesaria ante una disminución sin precedentes en las lluvias, potenciada por el fenómeno de El Niño. En abril de 2024, el sistema Chingaza llegó a estar en apenas el 16,52 % de su capacidad. “Fue un año muy complejo, que afectó la calidad de vida de los bogotanos, pero salimos adelante gracias al compromiso ciudadano y a decisiones sustentadas en criterios técnicos”, aseguró el mandatario.

Durante el año de racionamiento, la ciudad se dividió en nueve sectores para implementar cortes programados que permitieron un ahorro de 46 millones de metros cúbicos de agua. A pesar de las críticas políticas recibidas —incluso por parte del presidente Gustavo Petro— Galán defendió las medidas adoptadas: “Nunca nos dejamos llevar por intereses políticos. Nuestra guía fue el criterio técnico del acueducto”, enfatizó.
Finalmente, Avendaño explicó que con los niveles actuales se garantiza el abastecimiento de agua para lo que resta de 2025 y el inicio del año hidrológico de 2026, lo que brinda tranquilidad a la ciudad y permite cerrar uno de los capítulos más difíciles en la gestión ambiental de Bogotá.