El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común a nivel mundial. Se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de su vida, a menudo sin siquiera saberlo. Aunque la mayoría de las infecciones son transitorias y desaparecen gracias a las defensas del cuerpo, el VPH está asociado con diversos tipos de cáncer, como el de cuello uterino, ano, boca, garganta, vulva y vagina.
Por esta razón, la prevención y el diagnóstico temprano son cruciales.
¿Cómo se previene el VPH?
Existen varias medidas efectivas para prevenir la transmisión del VPH y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas a él.
1. Vacunación
La vacuna contra el VPH es la herramienta más eficaz para prevenir la infección. Se recomienda la vacunación a niños y niñas en edades específicas, generalmente entre los 9 y 11 años esta herramienta ha demostrado ser segura y altamente efectiva, reduciendo significativamente la circulación del virus y la incidencia de verrugas genitales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha evaluado la seguridad de millones de dosis aplicadas en todo el mundo, con un porcentaje mínimo de efectos adversos leves.
2. Uso de preservativos
El uso correcto del preservativo reduce el riesgo de transmisión del VPH y de otras infecciones de transmisión sexual. Es importante saber que el preservativo no protege completamente, ya que el virus puede alojarse en áreas de la zona genital-anal que no quedan cubiertas. Sin embargo, su uso es altamente recomendado.
3. Educación sexual
La educación sexual es una estrategia fundamental para prevenir el contagio. Es importante que los jóvenes y adultos se informen sobre el VPH, las prácticas sexuales seguras y la importancia de reducir el número de parejas sexuales, ya que esto aumenta el riesgo de contagio.
¿Cómo se detecta el VPH y sus lesiones?
La detección temprana de lesiones es clave para prevenir el desarrollo de cáncer. A diferencia de otros tipos de cáncer asociados al VPH (como el de ano o boca), para el cáncer de cuello uterino existen métodos de control efectivos.
- Papanicolaou (PAP) y test de VPH: Se recomienda que todas las personas con útero, entre los 21 y 64 años, se realicen de manera periódica el Papanicolaou y/o el test de VPH para detectar lesiones de forma temprana. En poblaciones particulares, como personas con VIH o inmunocomprometidas, los controles pueden iniciar o extenderse a otras edades.
¿Cómo se trata el VPH?
Es importante aclarar que no existe un tratamiento que cure el virus en sí mismo. Sin embargo, sí se pueden tratar las verrugas y lesiones que el VPH provoca.
- Lesiones de bajo grado: Por lo general, no requieren tratamiento, ya que suelen resolverse solas.
- Lesiones de alto grado o verrugas: Dependiendo del tipo y gravedad, un profesional de la salud determinará el tratamiento adecuado.
El VPH es una condición de salud que afecta tanto a hombres como a mujeres. La prevención, el autocuidado y la información son herramientas poderosas para protegerse y cuidar la salud colectiva.