La Defensoría del Pueblo emitió una alerta frente al grave atraso en los pagos de la Nueva EPS hacia hospitales y clínicas del país, que según sus mesas de trabajo y reportes regionales, suman más de $260.000 millones solo en el Eje Cafetero.
En Caldas, por ejemplo, la deuda reconocida supera los $115.222 millones; en Quindío, los compromisos ascienden a $106.678 millones. Estas obligaciones impagas han derivado en una Alerta Roja Hospitalaria en departamentos como Risaralda y Quindío, y en la suspensión de atención para pacientes afiliados a la Nueva EPS en servicios de mediana y baja complejidad.
El panorama no se reduce al sólo Eje Cafetero: en Cesar, la deuda con la red pública se estima en $50.000 millones, y con redes privadas podría alcanzar los $140.000 millones. En el Chocó, el Hospital San Francisco de Asís, centro de referencia departamental, reporta sobreocupación del 287 % y un déficit mensual de $5.500 millones para mantener operaciones normales.
A pesar de que se han instalado mesas de conciliación y se han firmado acuerdos de pago, muchos de esos compromisos no se han cumplido. Clínicas y hospitales alertan que la falta de liquidez los obliga a retrasar pagos de nómina, provisión de insumos, cierre parcial de servicios o incluso la amenaza de suspender actividades en algunas regiones.
Además de poner en riesgo la continuidad de la prestación de servicios de salud, esta situación afecta directamente el derecho fundamental a la atención médica de millones de colombianos afiliados a la Nueva EPS (que representa alrededor del 22,4 % de los afiliados totales).