En un hecho histórico para la Reforma Agraria del país, el presidente Gustavo Petro entregó 18,000 hectáreas de tierra a familias campesinas y víctimas del conflicto en el Magdalena Medio. Estos terrenos, que en el pasado fueron bastiones de narcotraficantes y paramilitares, ahora se destinarán a la producción agrícola y la construcción de la paz.
La ceremonia tuvo lugar en La Dorada, Caldas, a menos de cuatro meses del ambicioso plan anunciado en Barrancabermeja de transferir 43,000 hectáreas a comunidades rurales. El evento contó con la participación de la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, y los directores de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Juan Felipe Harman, y la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Amelia Pérez.
Los predios entregados tienen una historia vinculada al conflicto armado y al narcotráfico. Fueron recuperados mediante operativos de aprehensión material coordinados por la Policía Nacional, la ANT y la SAE. Entre los antiguos dueños y ocupantes de estas tierras se encuentran capos del narcotráfico como Gonzalo Rodríguez Gacha, alias ‘El Mexicano’, cofundador del Cartel de Medellín, y Cristian Fernando Borda Gómez, alias ‘El Harlista de la Mafia’. También se incluyeron fincas que sirvieron de centros de operaciones y entrenamiento para grupos paramilitares, como las dirigidas por el mercenario israelí Yair Klein y exjefes de las AUC como Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’.
El director de la ANT, Juan Felipe Harman, denunció que muchos de estos terrenos, aunque legalmente bajo custodia del Estado desde 2013, continuaban ocupados de forma indebida. La entrega busca corregir esta situación y devolver la tierra a quienes realmente la necesitan para su sustento.
Durante el acto, el presidente Petro hizo un llamado contundente a la Policía Nacional para garantizar la seguridad de los líderes campesinos. Recordó el reciente asesinato de Germán Rozo, un dirigente rural en Puerto Salgar. “Le ordeno a la Policía Nacional cuidar al campesinado o, de lo contrario, que se cambie la Policía, porque no vamos a permitir un asesinato más. Aquí no viene otro ‘Gacha’ a matar campesinos”, sentenció el mandatario.
Esta entrega es vista como un acto de reparación histórica, devolviendo la dignidad y los derechos territoriales a quienes han trabajado la tierra. "Hoy dejamos atrás el horror de la guerra para sembrar yuca, cacao y paz en nuestros nuevos territorios", expresó Marcela Valencia, líder de la asociación ASOPRICAM, reflejando el sentir de las comunidades beneficiadas.
Un total de 11 municipios en 6 departamentos fueron beneficiados con esta entrega de tierras. Entre ellos se encuentran:
- La Dorada, Caldas (713 ha)
- Cimitarra y Sabana de Torres, Santander (2,584 ha y 179 ha respectivamente)
- Puerto Boyacá, Boyacá (3,289 ha)
- Puerto Nare, Puerto Berrío, Puerto Triunfo y Yondó, Antioquia (1,255 ha, 2,613 ha, 846 ha y 3,676 ha respectivamente)
- Honda, Tolima (1,109 ha)
- Puerto Salgar, Cundinamarca (1,757 ha)
Organizaciones como la Asociación de Pescadores Artesanales de Honda y la asociación ASOPRICAM recibieron predios que simbolizan la esperanza de un futuro más próspero. Arnulfo Muñoz, un pescador beneficiado, relató cómo la promesa de campaña del presidente se convirtió en una realidad, permitiendo a su comunidad dejar de depender exclusivamente del río para subsistir.
Para Juan Felipe Harman, esta redistribución de tierras es la clave para una economía próspera y más justa en el Magdalena Medio, una región que durante décadas ha sido escenario de violencia. El proceso busca fortalecer al movimiento campesino como pilar de la soberanía alimentaria y la paz en el país.