El gobierno del presidente Donald Trump decidió mantener la suspensión de todos los trámites migratorios para ciudadanos de 19 países catalogados como de “alto riesgo”, una medida que incluye a naciones con veto de viaje como Cuba, Venezuela y Haití. La decisión, reportada por medios internacionales, implica la pausa inmediata de solicitudes de residencia, ciudadanía, asilo y otros beneficios migratorios, incluso para personas que ya viven en Estados Unidos.
La orden fue emitida por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) tras un memorando interno que instruyó a los funcionarios a detener la decisión final de todos los casos provenientes de estos países. La medida se enmarca en el endurecimiento de la política migratoria de la administración Trump, reforzada después de un tiroteo en Washington que involucró a un ciudadano afgano asilado.
El listado de países afectados coincide con aquellos que ya tenían restricciones de viaje impuestas a mediados de año. Según Rotativo, la suspensión cubre desde solicitudes de green card hasta ceremonias de naturalización previamente programadas.
Medios como Univisión y Telemundo señalan que el gobierno justificó la medida argumentando la necesidad de revisar a fondo los antecedentes de solicitantes provenientes de países considerados de riesgo para la seguridad nacional. La revisión podría extenderse por semanas o meses, dependiendo de la evolución de los informes internos.
Organizaciones de derechos migratorios han criticado la decisión por considerarla discriminatoria y por afectar a miles de personas que ya habían iniciado procesos legales. Sin embargo, la Casa Blanca insiste en que la medida es temporal y forma parte de un plan más amplio para reforzar los controles migratorios.