Tras un exitoso recorrido por festivales internacionales, la película "GOLÁN", ópera prima del director colombiano Orlando Culzat, se estrenó en las salas de cine del país. La producción, filmada en Calima – El Darién, ya ha sido aclamada por la crítica, ganando la Biznaga de Plata a Mejor Fotografía en el Festival de Cine de Málaga y el Premio Luis Ospina a Mejor Dirección en el FICCALI.
La película es un drama visceral que explora las grietas emocionales de la familia, el despertar personal y la valentía de romper con los secretos. Según Culzat, la historia es un proyecto profundamente personal que nace de sus vivencias de infancia y juventud. "Los monstruos no siempre están lejos; a veces viven en la sala de la casa", afirma el director, sugiriendo que el amor, incluso si es incómodo, puede ser la única salida.
El nombre de la película, "GOLÁN", hace referencia a una ciudad bíblica de refugio, pero en este contexto funciona como una poderosa metáfora: el lugar donde el dolor ajeno se ignora y donde todo parece estar bien mientras lo esencial se pudre en silencio. La película parte de esta idea para cuestionar las formas en que aprendemos a mirar, o a no mirar, el mundo que nos rodea.
Sinopsis y personajes
La trama sigue a Pedro (interpretado por Jacobo Vera), un joven que, durante un viaje familiar inesperado, se enfrenta a un mundo desconocido. En su encuentro con Margarita, descubre una libertad que lo obliga a cuestionar todo lo que creía saber y a decidir quién quiere ser. "GOLÁN" es una historia sobre romper el molde y dejar atrás las expectativas para descubrir la propia identidad.
La película, que según Culzat busca que las personas se identifiquen con el viaje de Pedro, invita al espectador a cuestionar lo aprendido y a mirar de nuevo aquello que a menudo se oculta en los espacios más cercanos. El director destaca que la película aborda lo difícil que es rebelarse contra la familia, las tradiciones y aquello que, aunque nos haya dado refugio, también nos ha marcado con sus silencios.
El reparto cuenta con las actuaciones destacadas de Marcela Agudelo, Hilda Ruiz y Jaime Castaño, quienes logran transmitir una verdad emocional que, a través de sus interpretaciones, traspasa la pantalla. Culzat enfatizó la labor de los actores y el desafío de mantener la coherencia emocional durante la producción. "El reto fue mantener esa autenticidad sin caer en el exceso ni en la sobreactuación", comentó.