La farmacéutica Pfizer, junto con su socio BioNTech, anunció que su vacuna experimental contra la gripe no logró superar los objetivos de eficacia establecidos en la fase 3 del ensayo clínico. El estudio, que incluyó a más de 8.000 participantes, buscaba demostrar la inmunogenicidad de la fórmula frente a distintas cepas del virus, pero los resultados fueron insuficientes para validar su efectividad.

Según la compañía, la vacuna no alcanzó el criterio de “no inferioridad” frente a la cepa de la influenza B, lo que significa que no ofreció una protección comparable a las vacunas tradicionales ya disponibles en el mercado. Este desenlace ha generado dudas sobre la viabilidad del proyecto y retrasará su posible aprobación.

Medios internacionales reportaron que Pfizer y BioNTech están evaluando ajustes en la composición de la vacuna y planean discutir los próximos pasos con las autoridades regulatorias. Aunque el fracaso representa un revés para la farmacéutica, la empresa aseguró que continuará trabajando en nuevas alternativas de inmunización, incluyendo combinaciones que integren protección contra la gripe y el Covid-19.

El resultado se suma a un contexto de creciente debate sobre la efectividad de las vacunas antigripales. Estudios recientes, como el realizado por la Clínica Cleveland, han señalado que las fórmulas actuales ofrecen una protección limitada y, en algunos casos, no logran reducir significativamente el riesgo de infección.

Con este anuncio, Pfizer enfrenta un desafío en su estrategia de innovación en vacunas, mientras el mercado y la comunidad científica esperan definiciones sobre el futuro de este proyecto.