El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado una vez más el inicio oficial de las festividades navideñas para el 1 de octubre. Esta tradición, que ha instaurado durante su mandato, se repite en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos y un escenario político interno complejo tras las elecciones de 2025.
Durante su programa semanal, "Con Maduro +", el presidente explicó que esta medida busca generar un ambiente de alegría y optimismo entre la población, así como dinamizar la economía y la cultura. "Vamos a aplicar la fórmula que ha funcionado en años anteriores para generar economía y alegría... desde el 1 de octubre, la Navidad llega a Venezuela", afirmó.
Según Maduro, el adelanto de las festividades es una forma de garantizar el "derecho a la felicidad" de los venezolanos, una idea que el gobierno ha utilizado en el pasado para justificar programas sociales y subsidios durante la temporada.
Esta no es la primera vez que la Navidad se adelanta en Venezuela. En 2020, las celebraciones comenzaron en octubre en medio de la pandemia. En 2022, la medida se tomó tras su reelección, y en 2024, ocurrió en un contexto de crisis política después de las elecciones, que la oposición consideró fraudulentas.
Analistas y opositores interpretan este tipo de decretos como una estrategia política para desviar la atención de los problemas estructurales del país. La medida busca generar un clima de festividad y consumo que contrarreste la percepción de crisis y suavice la tensión social.
El anuncio llega en un momento de fuerte conflicto con Washington. Venezuela ha protestado por el despliegue de tropas y buques estadounidenses en el mar Caribe, lo que considera una amenaza a su soberanía. Estados Unidos, por su parte, ha justificado estas operaciones como parte de una estrategia para desmantelar redes de narcotráfico y crimen organizado en la región.
El gobierno venezolano ha calificado de "farsa" las acusaciones de narcotráfico y ha insistido en que la política estadounidense busca un "cambio de régimen". La tensión ha escalado a tal punto que la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro fue elevada a $50 millones de dólares.
A pesar de las críticas internas y externas, el gobierno de Maduro insiste en que el adelanto navideño es una forma de mantener la esperanza y la unidad nacional.