De ser aprobada, esta alza de $250 se convertiría en uno de los incrementos más significativos en la historia del sistema de Buses de Tránsito Rápido (BRT) desde su inauguración en el año 2000.

El anuncio, incluido dentro del proyecto de presupuesto distrital para 2026, ha sido recibido con críticas tanto por parte de la ciudadanía como de un sector del Concejo de Bogotá, quienes debaten actualmente la propuesta de $40,4 billones para la capital.

El sistema TransMilenio, que comenzó a operar hace 25 años, ha visto cómo el precio de su pasaje se ha triplicado en pesos corrientes. Este nuevo aumento propuesto representa una variación aproximada del 7,8%, superando la inflación acumulada (5,51% hasta octubre) y la inflación estimada para el año completo (alrededor del 5%).

La Secretaría Distrital de Movilidad y la Gerente de TransMilenio, María Fernanda Ortiz, justifican la medida argumentando:

• El aumento en los costos operativos del sistema, incluyendo la gasolina, repuestos e insumos, impactados por el comportamiento inflacionario.
• La necesidad de recursos para inversiones programadas y para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema ante las presiones económicas.

La Gerencia ha señalado que este ajuste se encuentra por debajo de algunos indicadores económicos que ejercen presión sobre la entidad, buscando evitar un deterioro en la calidad del servicio.

El incremento tarifario se ha convertido en el punto más álgido del debate presupuestal.

Ponentes del presupuesto en la Comisión de Hacienda, como Heidy Sánchez, Donka Atanassova, y Julián Espinosa, se han manifestado en contra del alza, argumentando que la tarifa no debe superar la capacidad real de pago de los usuarios ni la dinámica económica de la ciudad.

De hecho, una de las ponencias positivas de la propuesta presupuestal ha optado por eliminar el incremento del pasaje de la discusión, dejando el destino de la tarifa sin una definición clara, a la espera del análisis técnico y la votación final en el Concejo.

El aumento final de la tarifa, que llevaría a TransMilenio a ser uno de los transportes públicos más caros del país por persona, dependerá del resultado del debate que el Concejo de Bogotá adelante en las próximas semanas.