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De la clandestinidad a Oslo
La odisea secreta de María Corina Machado
Por Karen Sierra
Publicado en 11/12/2025 12:00
Política

Una travesía épica marcada por el disfraz, una lancha precaria y la vigilancia estatal, permitió a la líder opositora venezolana llegar a Noruega tras un año de ocultamiento.

María Corina Machado, líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz, completó un viaje secreto y plagado de riesgos para llegar a Oslo, la capital noruega. La travesía, que comenzó con una peluca y un disfraz en un suburbio de Caracas y culminó en un reencuentro emotivo con su hija, subraya los peligros que enfrentan los dirigentes bajo el régimen de Nicolás Maduro.

Aunque los retrasos le impidieron asistir a la ceremonia oficial del Nobel, donde el galardón fue recogido por su hija, Ana Corina Sosa Machado, su llegada se convirtió en un símbolo de la determinación opositora.

Machado llegó a Oslo en la madrugada del jueves. Horas después, reapareció públicamente en el balcón del Grand Hotel, donde se reencontró con su madre, su hija, familiares, aliados políticos y decenas de venezolanos.

El momento más emotivo fue el fuerte abrazo, entre lágrimas, con su hija, Ana Corina Sosa Machado, tras dos años de ausencia y clandestinidad. "Valió la pena estar aquí con ustedes, contando al mundo lo que está pasando en Venezuela," señaló posteriormente en una rueda de prensa con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.

La líder opositora expresó su profundo agradecimiento a quienes arriesgaron su seguridad:

"Quiero aprovechar para agradecer a todos esos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para que yo pudiera estar aquí hoy. Algún día podré contarlo (no quiero ponerlos en riesgo ahora, por supuesto)."

Aunque no pudo asistir a la ceremonia, el evento fue una tribuna para la denuncia internacional. Su hija, Ana Corina Sosa Machado, recibió el premio y leyó un discurso enviado por Machado, en el que enmarcó la lucha venezolana en una "travesía colectiva por la libertad".

El Comité Noruego del Nobel utilizó su discurso para condenar las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, incluyendo la tortura sistemática, y señaló a Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbollah como aliados que fortalecen el aparato de control y represión de Maduro. El presidente del Comité, Jørgen Watne Frydnes, lamentó la pasividad internacional y llamó directamente a Maduro a aceptar los resultados electorales y facilitar una transición democrática.

La odisea de María Corina Machado hacia Oslo se ha consolidado como un símbolo de la esperanza y la resistencia de un pueblo que, pese a los riesgos extremos, se mantiene firme en la búsqueda de la libertad y la democracia.

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