Las lluvias de los últimos días han traído un respiro al sistema hídrico que abastece a Bogotá y municipios cercanos. Según el último informe emitido por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el nivel promedio de los embalses se aproxima al 50 %, lo cual representa una mejora significativa frente a semanas anteriores.
El sistema de Chingaza, que es el principal proveedor de agua para la capital, muestra signos de recuperación gracias a las precipitaciones constantes, al igual que otros embalses de la región. No obstante, tres de los ocho embalses monitoreados mantienen una tendencia descendente: Sisga (56,26 %), Regadera (106,62 %, aunque bajando) y San Rafael (60,10 %).
A pesar del balance general positivo, los expertos insisten en mantener las medidas de ahorro, ya que la crisis hídrica no se ha superado. El racionamiento vigente y la variabilidad climática siguen siendo señales claras de que el cuidado del recurso hídrico debe ser una prioridad ciudadana.
Una invitación a la conciencia El aumento de los niveles no debe ser motivo para el descuido. Por el contrario, es momento de fortalecer la cultura del uso responsable del agua. Desde acciones cotidianas como cerrar la llave mientras se cepilla o reducir el tiempo en la ducha, cada gesto cuenta.
El agua es vida, y cuidarla es tarea de todos.