La Alcaldía de Funza y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) han puesto en marcha el proyecto de la Avenida La Esperanza, una nueva conexión vial de más de 7 kilómetros que busca ser la solución estructural a la pesadilla de la movilidad entre Sabana Occidente y Bogotá. Esta nueva arteria conectará directamente a Funza con la capital, ofreciendo una alternativa vital a los corredores históricamente colapsados de la Calle 13 y la Calle 80.
La alcaldesa de Funza, Jeimmy Villamil Buitrago, destacó que el objetivo principal es transformar los tiempos de desplazamiento que, según datos recientes, pueden extenderse hasta cuatro horas para los habitantes de Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y Bojacá.
"Esta avenida será mucho más que una vía: será el camino que conecte nuestras oportunidades con el futuro que merecemos. Queremos que lo que hoy dura cuatro horas pase a máximo una hora y media", precisó la mandataria.
Un corredor moderno, multimodal y ecológico
El diseño de la Avenida La Esperanza fue concebido bajo un enfoque de movilidad sostenible y segura, priorizando una infraestructura integral para todos los actores viales.
La vía iniciará en la Avenida La Esperanza en Bogotá y culminará en la perimetral de Funza. Además, su diseño contempla la integración con el transporte público regional para facilitar la intermodalidad.
El impacto: tiempo de calidad y cero peaje
Uno de los aspectos más celebrados del anuncio es que la nueva vía no tendrá cobro de peaje. La alcaldesa Villamil Buitrago explicó que la financiación provendrá de los recursos de la contraprestación del Aeropuerto El Dorado, garantizando así el carácter público y accesible del corredor.
El proyecto promete un impacto positivo a tres niveles:
- Bienestar Social: La reducción drástica de los tiempos de viaje permitirá a miles de familias recuperar horas valiosas para el descanso, la familia y el esparcimiento, mitigando el desgaste físico y emocional de la congestión. El propósito es "devolverle tiempo y calidad de vida a miles de familias".
- Desarrollo Económico: La optimización del transporte de mercancías reducirá los costos logísticos y los tiempos de operación, impulsando significativamente la competitividad de toda la Sabana Occidente.
- Beneficio Ambiental: Menos trancones se traducen en una disminución de la emisión de gases contaminantes, lo que contribuirá activamente a mejorar la calidad del aire en la región.
Actualmente, los estudios de prefactibilidad y factibilidad avanzan a buen ritmo. La futura Avenida La Esperanza se perfila como la materialización de una apuesta decidida por la transformación vial, buscando conectar de manera eficiente y digna a los habitantes de una de las zonas de mayor crecimiento de la región central.