La persistente angustia de una comunidad se convirtió en un épico relato de rescate. Tras varios días escuchando los lamentos de un perro que se hallaba atrapado, los residentes del barrio Nueva Colombia dieron la voz de alarma a la Defensa Civil, temiendo por la vida del animal que sufría en las profundidades de una cueva.
Al llegar al lugar, los socorristas confirmaron una situación desesperada: el perro, buscando protección de las intensas lluvias, había caído en una cavidad rocosa tan estrecha que era imposible para los vecinos alcanzarlo. El perro llevaba días inmovilizado, débil y con una severa herida infectada y parasitada alrededor de su cuello, según confirmaron los 'Héroes Naranjas'.
La Junta de Defensa Civil de Piedecuesta movilizó un equipo especializado. Dudwing Villamizar, de la Defensa Civil, explicó la complejidad del operativo: "Nuestros voluntarios enfrentaron un descenso de aproximadamente 200 metros por la quebrada durante cinco horas. Requirió el uso de cuerdas y técnicas de rescate avanzadas. Aunque el peligro era inminente, nuestra misión de salvar vidas fue la prioridad."
El rescate mantuvo al barrio en vilo. Los socorristas, impulsados por el compromiso de proteger a cualquier ser vivo, trabajaron sin descanso hasta que uno de ellos pudo acceder a la ubicación del animal. Finalmente, lograron asegurarlo y sacarlo a la luz del día, a salvo de su calvario.
La multitud que esperaba en el exterior estalló en vítores y lágrimas de alivio. El perro fue inmediatamente trasladado a una clínica veterinaria para recibir tratamiento de urgencia contra la infección y la desnutrición.
El conmovedor incidente ha generado una respuesta solidaria. La Fundación Huellitas Perrunas ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para costear la atención médica del perro, incluyendo medicamentos, curaciones y alimentación especializada.
Esta historia subraya el inquebrantable espíritu de la Defensa Civil, que demuestra una vez más que el valor de su uniforme reside en la humanidad y la disposición a arriesgarlo todo por aquellos que no tienen voz.