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Centros de datos de IA enfrentan una crisis energética global
Empresas tecnológicas construyen plantas eléctricas propias para sostener la demanda
Por Paula
Publicado en 16/10/2025 10:00
Tecnología
Foto: Schneider Electric.

La rápida expansión de la inteligencia artificial (IA), con enormes granjas de servidores y entrenamientos de modelos cada vez más grandes, está empujando la demanda eléctrica a niveles sin precedentes. Como respuesta, grandes tecnológicas y operadores de infraestructura están recurriendo a soluciones poco convencionales: co-ubicar generación propia (plantas a gas, megainstalaciones renovables, baterías) o financiar líneas y proyectos energéticos enteros para asegurarse suministro y estabilidad.

Desarrollo y por qué importa:

  1. La demanda es real y masiva: Los análisis internacionales proyectan que la electricidad consumida por centros de datos podría más que duplicarse para 2030, con la IA como principal motor de ese aumento. Ese salto cambia por completo la escala de planificación energética que hasta ahora dominaba el sector.
  2. Empresas construyen (o financian) generación propia: Proyectos recientes muestran que consorcios vinculados a IA están construyendo plantas de generación, incluyendo plantas a gas en zonas como West Texas, como parte de desarrollos de centros de datos de enorme escala (p. ej. el proyecto Stargate vinculado a OpenAI y Oracle). La idea es garantizar suministro inmediato y previsibilidad de costos, aunque eso plantea debates sobre emisiones y dependencia de combustibles fósiles.
  3. Hiperescaladores apuestan por renovables y PPAs, pero la red queda rezagada: Amazon, Google, Meta, Microsoft y otros han firmado decenas de Power Purchase Agreements (PPA) y proyectan inversiones masivas en energía limpia. Aun así, la construcción de parques solares/eólicos y la actualización de redes de transmisión no avanza al mismo ritmo que la demanda, por lo que la co-ubicación de generación y las soluciones “off-grid” se vuelven atractivas.
  4. Impacto sobre redes, precios y comunidades locales:La presión de los centros de datos está forzando inversiones en transmisión y plantas adicionales; reguladores y utilities en EE. UU. ya reportan tensiones en la oferta, subidas puntuales en precios y debates sobre priorización del suministro. En respuesta, compañías eléctricas buscan préstamos y garantías para actualizar líneas y capacidad.
  5. Riesgos y tensiones: ambientales, sociales y regulatorios: Construir plantas a gas para alimentar IA alivia el problema de corto plazo pero complica metas de descarbonización. Además, las comunidades locales pueden recibir tanto beneficios (empleo, inversión) como cargas (mayor consumo de agua, emisiones, competencia por energía). Esto abre frentes para decisiones políticas: ¿priorizar crecimiento tecnológico inmediato o acelerar la transición energética y planificación regional?


La expansión de la IA ha puesto en evidencia una brecha entre la velocidad de consumo energético y la capacidad de las redes y mercados para adaptarse. La respuesta del sector, con plantas propias, PPAs multimillonarios y actualización de transmisión, es pragmática, pero no exime la necesidad de políticas claras que alineen seguridad energética, sostenibilidad y justicia local. Para gobiernos y reguladores la tarea es compleja: acelerar la inversión en redes y renovables, diseñar normas que eviten externalidades negativas y equilibrar las prioridades entre desarrollo tecnológico y metas climáticas.

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