Un ambicioso proyecto liderado por el Ministerio de Minas y Energía y el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE) está transformando la vida de más de 1.112 hogares rurales en cinco departamentos del país. Con una inversión que supera los $40.000 millones, se están instalando sistemas solares fotovoltaicos individuales para llevar energía eléctrica segura y permanente a comunidades que históricamente han dependido de velas y lámparas de gasolina.
De la oscuridad a la luz: una transición energética con impacto social
La iniciativa busca impulsar una transición energética justa en las zonas no interconectadas de Colombia, brindando acceso a un servicio básico que actúa como una herramienta de transformación social.
Los sistemas instalados, de 1,1 kilovatios pico (kWp), no solo permiten iluminar las viviendas, sino que también ofrecen la posibilidad de refrigerar alimentos, conectar electrodomésticos esenciales y, lo más importante, mejorar las condiciones de salud y facilitar el estudio y el trabajo en los hogares.
El proyecto beneficia a familias campesinas e indígenas en Valle del Cauca, Cauca, Magdalena, Cesar y Antioquia. Los avances de las obras son significativos:
· Magdalena: 85% de avance.
· Valle del Cauca: 80% de avance, con 171 familias beneficiadas.
· Cesar: 76% de avance.
· Antioquia: 55% de avance.
· Cauca: 238 sistemas se instalarán en los próximos días.
Sostenibilidad y oportunidades para el futuro
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea, destacó que "la energía no es solo un servicio, es una herramienta de transformación social". El proyecto demuestra que es posible llevar energía limpia y confiable a las comunidades más apartadas. Por su parte, el director del IPSE, Danny Ramírez, resaltó el valor social y ambiental de la iniciativa, afirmando: "Con estos proyectos iluminamos hogares y también encendemos oportunidades".
Además de la instalación de los equipos, las familias beneficiadas reciben capacitación sobre el uso eficiente de la energía, garantizando la sostenibilidad del proyecto y fomentando la reducción del uso de fuentes contaminantes. Esta capacitación es clave para que la transición energética sea duradera y beneficie a la economía local y al medio ambiente.
